Viajar al Perú es despertar sueños pendientes y adentrarse en 5 mil años de historia viva a través de su asombroso patrimonio. Más allá de los muros de piedra labrada de Machu Picchu, este país ofrece una rica cultura tradicional, una gastronomía mestiza única reconocida en todo el mundo, así como una variedad de paisajes que hará que puedas contemplar con devoción la armonía del hombre con la naturaleza. Atrévete a conocer este país y adéntrate en una historia milenaria.
Nuestro viaje comienza en el epicentro de la región más Inca del Perú, Cusco, más concretamente a unos treinta kilómetros de esta mística ciudad sagrada se encuentra un pequeño pueblo llamado Andahuailillas, cuyo mayor atractivo es la Iglesia de San Pedro, considerada la “Capilla Sixtina” de América. En esta parte del viaje, además de conocer el grandísimo patrimonio que posee esta zona sur de Perú también hay oportunidad de conocer sus tradiciones y costumbres, especialmente los famosos tejidos Incas y sus tradicionales mercados, como el Mercado Indio de Pisac.
Hacia el oeste de Cusco se encuentra el pueblo de Maras, a 3.300 metros de altitud, con una muestra de arquitectura colonial en su iglesia principal. Este pequeño pueblo destaca también por Las Salineras, uno de los pocos lugares en el mundo donde se extrae sal rosada, que son explotadas por 360 familias de la zona y que tendremos la oportunidad de conocer con una vista guiada. Tras una buena comida, seguiremos nuestra ruta hacia la zona arqueológica de Moray, un conjunto de depresiones naturales donde se aprecian terrazas concéntricas construidas por los incas llegando a una altura de 45 metros, considerado como un centro de investigación agrícola inca.
Nuestro cuarto día de viaje empieza a cobrar una magia especial sabiendo que hoy visitaremos la ciudad inca de Machu Picchu, declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la UNESCO. Pero antes, se realizará una visita a la Fortaleza de Ollantaytambo donde destaca el Templo del Sol y sus gigantescos monolitos. A continuación, tomaremos un tren con el recorrido más fascinante del planeta, siguiendo el río Urubamba por el espectacular Cañón del Vilcanota hacia la Ciudad Perdida de los Incas. Esta visita será el sueño cumplido de muchos viajeros y para seguir disfrutando de ese momento nos alojaremos y cenaremos en Aguas Calientes, a los pies del Machu Picchu para poder disfrutar un día más de esta emocionante construcción. Por la tarde volveremos a Cusco como punto de partida de nuestro viaje.
El sexto día de viaje comienza con la visita a dos lugares cercanos a Cusco que destacan por su arquitectura ritual, Tambomachay un lugar sagrado destinado al culto del agua y Qenko, un inmenso promontorio rocoso tallado de escalones, hoyos y canaletas con un altar donde se realizaban ritos agrarios.
Tras haber co
nocido alguno de los lugares más auténticos de Perú, el viaje continúa con una escapada de cinco días para vivir la experiencia de un trekking de altura, recorriendo paisajes entre los 4.500 y 5.200 metros de altura, acompañado por guías especializados. Esta primera jornada transcurre en autobús a lo largo del fértil valle de Vilcanota rumbo a Checacupe. Tras una visita al templo colonial, ascenderemos el valle de Pitumarca hacia Chillca, donde seremos recibidos por la comunidad. Desde allí con una breve caminata llegaremos al primer “tambo”. En el albergue descansaremos y repondremos fuerzas para un segundo día de trekking.
Desde Chillca nos dirigiremos al valle de Pampa Uyuni, disfrutando de unas maravillosas vistas a los majestuosos glaciares encima de la llanura. A medida que el camino se estrecha iremos divisando las cascadas que descienden de la montaña Santa Catalina, pudiendo disfrutar de la las famosas llamas y alpacas peruanas. Tras dejar atrás dos lagunas llegaremos al Machuracay Tambo, localizado al pie de Apu Ausangate.
El tercer día de trekking se llegará a una altura aproximada de 5.100 metros, ascendiendo el paso de Palomichayoc con vistas al glaciar de la parte sur de “apu” que nos inspirará durante el camino hasta llegar a Anantapata Tambo donde disfrutaremos de una comida y el descanso. El paisaje que disfrutaremos al día siguiente cambia totalmente gracias al escenario montañoso multicolor con estratos ocres, gris o azul que nos acompañan durante el camino hacia Huampococha, donde también tendremos la oportunidad de ver un mamífero del altiplano andino, la vicuña silvestre, que frecuenta estos parajes aislados. El último día de trekking comenzaremos el descenso gradualmente mientras las primeras casas y los campos de cultivo aparecen en el horizonte para finalmente regresar a Cusco.
Para el último día de viaje hemos reservado visitar algunos de los museos más importantes de Cusco, así como su legado histórico y arquitectónico visible en cada rincón de su centro urbano. Cusco es una ciudad acogedora, un lugar donde se mezclan y funden dos culturas, dos historias, costumbres, lenguas y tradiciones diferentes que nos deja un recuerdo de lo incaico y lo español a cada paso que damos.
