¿CÓMO VIAJAR DE FORMA MÁS SOSTENIBLE?

Hay muchos aspectos positivos en el turismo. Alrededor de dos mil millones de personas viajan cada año con fines turísticos. Los viajes y el turismo conectan a las personas y acercan el mundo a través de experiencias compartidas, creando una conciencia cultural y construyendo comunidades. Y, además, proporciona puestos de trabajo, estimula el desarrollo regional y es un motor clave para el progreso socioeconómico.

Sin embargo, a menudo hay inconvenientes. Muchos destinos populares están amenazados por el aumento de la contaminación, los peligros ambientales, los daños a los sitios patrimoniales y el uso excesivo de los recursos. Además, tampoco conviene olvidar la contaminación causada por los viajes de ida y vuelta hacia dichos destinos.

Teniendo en cuenta tales amenazas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proporciona diversos consejos que permiten realizar un viaje de manera más sostenible:

No utilizar plásticos de un solo uso

Los artículos de plástico de un solo uso a menudo se usan por menos de 15 minutos y pueden tardar más de 1.000 años en degradarse. Al elegir botellas y bolsas reutilizables, se puede ayudar a garantizar que haya menos desechos plásticos en el océano y otros hábitats.

Consumir agua de manera responsable

En general, los turistas usan mucha más agua que los residentes locales. Con un número creciente de lugares que experimentan escasez de agua, las elecciones que se hagan pueden ayudar a garantizar que las personas tengan un acceso adecuado al agua en el futuro. Al renunciar al cambio diario de sábanas y toallas durante las estancias en hoteles, se pueden ahorrar millones de litros de agua al año.

Fomentar la compra local

Cuando se compran productos locales, se ayuda a impulsar la economía local, lo que beneficia a las comunidades locales y ayuda a reducir la huella de carbono del transporte de mercancías.

Utilizar un operador turístico ético

Las operaciones turísticas involucran a personas, logística, proveedores, transporte y mucho más. Cada eslabón de la cadena puede tener un impacto en el medioambiente, ya sea positiva o negativamente. Lo ideal es elegir un operador que priorice el medioambiente, utilice los recursos de manera eficiente y respete la cultura local.

No alimentar a los animales

Compartir alimentos con la vida silvestre o acercarse lo suficiente para hacerlo aumenta las posibilidades de propagar enfermedades como el resfriado, la gripe y la neumonía de humanos a animales.

Además, cuando los animales se acostumbran a recibir alimentos de los humanos, sus comportamientos naturales se alteran y se vuelven dependientes de las personas para sobrevivir. En algunos casos, también puede conducir a conflictos entre humanos y animales.

No causar daño a los animales

Al crear la demanda, el consumo de animales exóticos o en peligro de extinción conduce a un aumento de la caza furtiva, el tráfico y la explotación de animales.

Además del daño causado al animal individual en el plato, una comida irresponsable puede contribuir a la extinción de especies ya amenazadas por el cambio climático y la pérdida de hábitat. En este sentido, es desaconsejable comprar recuerdos fabricados con materiales de la vida silvestre en peligro de extinción.

Viajar en trasporte público

El transporte es uno de los principales contribuyentes a la huella de carbono del turismo. En lugar de taxis privados, es recomendable el uso del transporte público como trenes, autobuses y taxis compartidos. Desplazarse en bicicleta es también una buena opción que ofrece una forma conveniente y económica de explorar y aprender sobre un lugar.

Informarse antes de viajar al lugar de destino

Antes de viajar, es recomendable informarse sobre el destino. Documentarse sobre el lugar que se va a visitar permite sumergirse mejor en las tradiciones y prácticas locales y apreciar las cosas que de otro modo podrían haber pasado inadvertidas.

Visitar parques nacionales y santuarios

Explorar la naturaleza y la vida silvestre a través de los parques nacionales es una forma íntima de aprender sobre los animales y sus ecosistemas de primera mano. En algunos casos, su tarifa de entrada apoya los esfuerzos de conservación que protegen las especies y los paisajes y preservan estos espacios naturales para que disfruten los futuros visitantes.

No dejar rastro

Resulta imprescindible colocar la basura en su lugar para evitar generar más basura y no quitar ni alterar nada sin permiso. Y, por supuesto, asegurarse de dejar solo huellas suaves, y no del tipo ambiental.