Agua para todos, con criterios de justicia social y ambiental

Es la principal conferencia sobre el agua mundial, que defiende la cooperación entre sectores y fronteras nacionales. El objetivo final debe ser, siempre, “dotar de agua en cantidad y calidad a todos los seres vivos del planeta con criterios de justicia social y ambiental”, tal y como afirma Julio Barea, experto en aguas de Greenpeace.

Para 2050, se estima que seis mil millones de personas enfrentarán escasez de agua debido al cambio climático, la contaminación y un consumo y una producción cada vez más insostenibles. Casi las tres cuartas partes de todos los desastres recientes están relacionados con el agua, según ONU Agua.

La importancia y la gravedad de esta crisis hídrica impulsó a la Asamblea General de las Naciones Unidas a convocar en Nueva York, del 22 al 24 de marzo de 2023, la Conferencia por el Agua, que analizó en profundidad la aplicación de los objetivos del Decenio Internacional para la Acción del Agua para el Desarrollo Sostenible, cuando se cumple la mitad de su periodo de vigencia.

Tras el aire que respiramos, el agua es nuestro bien más preciado, y aunque parezca una afirmación evidente, quizás sea cada vez más necesario compartirla e invitar a la reflexión, a la concienciación y a la acción necesaria. Como asegura Julio Barea, experto en aguas de Greenpeace, “tenemos que transmitir la importancia vital que tiene el agua y plantear, especialmente en países desarrollados, que hay que cambiar la forma en que usamos y gastamos este elemento. Es el bien más preciado tras el aire que respiramos”.

La semana del agua que se celebra en Estocolmo es, a juicio de este experto, un evento importante por dos motivos: “Muestra que existe interés y preocupación, por fin, por el tema por parte de organismos oficiales y, en segundo lugar, son un escaparate para la población pues ponen en las noticias y foros la relevancia del tema; lo hemos visto con las cumbres sobre cambio climático, hace décadas eran anecdóticas y casi una excentricidad de algunos y ahora son fundamentales y son pilares de muchas políticas mundiales”.

“El acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano y absolutamente crucial para combatir la pobreza”, afirma Leticia Carvalho, Coordinadora Principal de la Subdivisión de Agua Dulce y Marina del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). “Necesitamos ampliar drásticamente nuestro trabajo en este espacio o corremos el riesgo de una situación en la que miles de millones se queden atrás de forma permanente y donde nuestros cuerpos de agua continúen deteriorándose”, añade.

Semillas de cambio

El tema que centra el trabajo que se desarrollará en estos días en Estocolmo, en formato presencial y online, es ‘Semillas de cambio: Soluciones innovadoras para un mundo con uso racional del agua’. La Semana Mundial del Agua 2023 se centrará en la innovación en un momento de cambios sin precedentes pues, como describen en la web de este encuentro, “las actividades humanas han desencadenado una crisis mundial del agua en la que hemos cruzado por primera vez el límite planetario seguro para el agua”.

Sin embargo, tal y como se advierte, se trata de una crisis interrelacionada, pues en la búsqueda de soluciones es necesario abordar de manera simultánea el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la pobreza. “El agua está en el centro de todas estas amenazas, lo que también significa que es una de las herramientas más poderosas para encontrar soluciones”, apuntan.

Según Julio Barea, el riesgo que corre el planeta sin una buena gestión del agua será inevitablemente “la falta de agua; primero para la humanidad y los ecosistemas y después para cualquier sistema productivo que necesite la sociedad. O sea, que tras el aire que respiramos lo siguiente más inmediato para la vida es el agua…y estamos acabando seriamente con ella”. Y advierte que todos los agentes son necesarios en esta cuestión mundial: “Desde la ONU, pasando por los gobiernos nacionales a las autoridades más locales, todos los agentes son cruciales en el buen uso y gestión del agua, nadie se libra de usarla y nadie se libra de hacer y proponer un uso responsable y sostenible en el tiempo, pues con el cambio climático el agua será un elemento de disputa y conflictos”.

La Semana Mundial del Agua 2023 se basará en la Semana Mundial del Agua 2022, que exploró el valor del agua, y los muchos debates importantes sobre resiliencia que se llevaron a cabo en 2021. La Semana refleja la extrema urgencia de los principales problemas geopolíticos como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el hambre, la desigualdad y la inseguridad, lo que significa que está estrechamente vinculada a muchos procesos internacionales diferentes y a todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Innovación basada en la experiencia

En particular, la Semana Mundial del Agua contribuirá al logro de los compromisos asumidos en la Conferencia del Agua 2023 de las Naciones Unidas en marzo de 2023, que es la primera reunión de este tipo desde 1977 (46 años) y, por lo tanto, de gran importancia. La esperanza se basa a menudo en los avances científicos y la colaboración actual sin precedentes, además de en una tecnología disponible que hace posible resolver problemas que antes no tenían solución.

Sin embargo, las semillas de cambio que planteará esta semana del agua están también centradas en la necesidad de aplicar un tipo más amplio de innovación, que también integre el cambio de comportamiento, la gobernanza y el pensamiento sistémico.

Jon Lane, presidente del Comité del Programa Científico de la Semana, asegura en una entrevista que publica la web de la Semana del Agua, que “si seguimos como hasta ahora, la situación será muy problemática; simplemente necesitamos una nueva forma de hacer las cosas”. Y añade que “la innovación también se trata de cómo podemos hacer más cosas buenas y dejar de hacer cosas malas; la innovación está muy en línea con el tema oficial del agua del Día Mundial del Agua de la ONU y el Informe Mundial sobre el Desarrollo del Agua, que habla de acelerar el cambio. Pero también queríamos hacer de la Semana Mundial del Agua una continuación natural de la Conferencia del Agua de la ONU de 2023”.

En la sesión de apertura, los principales oradores que se darán cita en Estocolmo explorarán las semillas del cambio dando respuesta a cuestiones fundamentales, como son: ¿Cómo impulsan la innovación las perspectivas indígenas? ¿Por qué la gobernanza es crítica para resolver la crisis del agua? ¿Cuál es la conexión entre datos e igualdad?

Todo el evento está diseñado en torno a cinco impulsores críticos del cambio: innovación, gobernanza, finanzas, datos e información y desarrollo de capacidades. Cada uno será desarrollado por líderes de pensamiento globales con perspectivas nuevas y, a veces, poco convencionales.

El Panel de Alto Nivel sobre Diplomacia del Agua de SIWI ha sido una tradición de la Semana Mundial del Agua desde 2018 y este año explorará cómo los compromisos asumidos durante la Conferencia del Agua de la ONU 2023 y la Década de Acción del Agua pueden contribuir a la paz y la prevención de conflictos. Así, se debatirá sobre las interrelaciones entre la degradación ambiental, el cambio climático y la paz desde muchas perspectivas diferentes, con un enfoque en soluciones intersectoriales efectivas y beneficios compartidos.

La Semana Mundial del Agua es un evento organizado con la colaboración de más de 500 organizaciones convocantes y atrae una mezcla diversa de participantes que incluyen líderes empresariales, responsables internacionales, estudiantes, ONG, organizaciones internacionales y muchos otros.

El fin último de todas estas celebraciones en torno al agua, el principal reto que debemos afrontar desde todos los ámbitos de cara al futuro, es “dotar de agua en cantidad y calidad a todos los seres vivos del planeta con criterios de justicia social y ambiental”, según el experto en aguas de Greenpeace. “Este es el reto total al que nos enfrentamos y de no cambiar podemos llegar en muchas partes del mundo a un colapso hídrico”, asevera Julio Barea.