Hoy en SAÓ os queremos proponer una experiencia en la que adaptar vuestro ritmo al de la naturaleza. Donde tocar el cielo de la Costa Blanca será escuchar vuestros pasos sobre la arena y las piedras de Aitana, las fuentes de agua, impregnaros de sus olores, tocar sus plantas, admirar las vistas al Mar Mediterráneo a un lado y al valle de Guadalest al otro y por supuesto, saborear la gastronomía de interior. Aunaréis los cinco sentidos para ponerlos en orden.
En esta propuesta, os guiaremos a través de sus 1.558 metros en un recorrido de unas cuatro horas en las que disfrutaréis, siempre según los valores SAÓ, de 10 kilómetros de senderismo interpretativo a cargo de nuestros guías expertos en Patrimonio Ambiental de la Costa Blanca que empaparán el camino de información para que no se os escape nada.
A mitad de camino y para reponer fuerzas, os invitaremos a un almuerzo típico de la zona. Después de descansar y asegurar no dejar restos en el lugar, seguiréis el sendero pasando grandes bloques de piedra, riachuelos, fuentes en las que refrescaros, y de vez en cuando, está permitido echar la vista atrás para admirar las impactantes vistas de lejos, como la de la afilada punta del Peñón de Partegat.
Por el camino, llegaréis al punto donde os encontraréis el Valle de Guadalest al norte, la Serra Mariola al oeste y el perfil del mediterráneo al este. Aseguraos de respirar muy hondo y de retener estas vistas en la retina.
Al bajar, y como epílogo en este capítulo de un día con SAÓ, os llevaremos a degustar la gastronomía más típica a un restaurante donde os deleitarán con un menú completo. Y para que no os preocupéis por nada, nos encargaremos del traslado a vuestro alojamiento.
Así que ya sabéis, reunid un grupo de amigos, porque nuestras experiencias siempre son personalizadas, y recordad, como dijo Aldo Leopold: “La conservación es un estado de armonía entre hombre y tierra”.