Un ejemplo de agricultura regenerativa
Nelson es un ejemplo de que las cosas se pueden regenerar y hacer bien con el menor impacto posible. Por ejemplo, no han hecho uso de fertilizantes ni pesticidas artificiales, ya que han sido las raíces de la caatinga las que han cambiado la condición del suelo.
Posteriormente, la poda de esta variedad sirvió como propio fertilizante para el suelo. Esto permitió que, a su vez, se pudieran ir incorporando más especies y variedades. Este es un claro ejemplo de cómo la agricultura regenerativa bien estudiada puede devolver la vida a lugares inhóspitos.
Nelson se encargó también de traer especies más grandes que ha logrado incorporar con éxito. De hecho, ya crecen árboles de mediano tamaño, algo que contribuye a la frondosidad de la zona. El suelo ahora ha recuperado sus propiedades y sigue su propio curso natural.
Esta noticia tan positiva para el medio ambiente es un reflejo de que todo se consigue con esfuerzo. Y de que, a pesar de la destrucción, siempre hay cabida para un nuevo renacer.