En Saó apostamos por el bienestar físico y mental, es por ello por lo que nos hemos decantado por la práctica del Mindfulness. Este ejercicio ayuda a saber gestionar el foco atencional, el cual permite liberarse de situaciones que puedan fomentar el bloqueo y la pérdida de control.
El simple aprendizaje de esta práctica permite sentir de un modo más libre y consciente. Sabiendo estar en el aquí y ahora, se puede evitar recordar vivencias y recuerdos desagradables que traten de volver a la conciencia reiteradamente.
¿Sabías que estudios recientes han demostrado que practicar Mindfulness alivia perturbaciones e inquietudes, así como síntomas de trastornos como la ansiedad o la depresión e incluso tener efectos positivos en la percepción del dolor? También ayuda a mejorar la memoria, la capacidad de concentración y por supuesto, la autoconciencia.
En Saó resolvemos las principales dudas que os abordan en cuanto a esta práctica.
¿Cuál es el objetivo del Mindfulness?
Separar la persona de sus pensamientos con el objeto de tener conciencia total del momento presente. Con esta práctica, la mente se relaja mediante técnicas concretas y se es consciente del fuero interior. Con el dominio de esta práctica, se llega a la capacitación del desarrollo de la atención plena, a un mejor conocimiento de uno mismo y al desarrollo de actitudes positivas frente a ciertos pensamientos y emociones.
¿Dónde practicar Mindfulness?
Antes que nada, se ha de asegurar de la absoluta desconexión de cualquier ruido u onda que pueda interferir en la práctica. Apagar teléfonos, alarmas…si se escogiera algún tipo de música, ésta debe ser relajante. Se recomienda que sea repetitiva con el fin de que llame la atención de nuestra percepción. El llevar ropa cómoda que no oprima y quitarse el calzado ayudará de manera positiva. Se ha de buscar un lugar libre de ruidos con temperatura ambiental idónea en la que sentir comodidad. Con el dominio de la práctica, el lugar para practicar puede ser un jardín, un parque…
¿Cuándo es mejor practicarlo?
Se recomienda comenzar con periodos cortos de 10 minutos una vez al día, de manera que la mente pueda adaptarse a nuevas sensaciones. Una vez se tenga un poco más de práctica, el Mindfulness debería practicarse, al menos, media hora al día. El momento del día idóneo dependerá de cada persona, pero uno de los mejores momentos para meditar es al levantarse, pues ayudará a afrontar las diferentes situaciones que vengan a lo largo de la jornada. También tomarse diez minutos después del trabajo si se ha sufrido estrés, ayudará a no llevarse tensiones a casa. En cambio, para las personas que padecen insomnio, meditar antes de acostarse es el mejor momento. Pero al coger una rutina de meditación, será el mismo cuerpo quien avise de que es el momento de relajación.
¿Qué posición es la correcta?
Estando sentado en el suelo, cómodamente. La espalda deberá permanecer recta con el fin de facilitar la respiración y las extremidades deberán estar relajadas reajustando la posición siempre que algún área del cuerpo sufra tensión.
¿Cuáles son los ejercicios básicos para la práctica?
Siempre se ha de ser consciente de la respiración, pero sin que ésta acapare la atención del ejercicio. Uno de los ejercicios básicos mientras se está respirando, es inspirar suavemente, de manera profunda y constante por la nariz, llenando de aire los pulmones y soltar el aire por la boca con intensidad. Al notar una distracción, se observará qué captó la atención y se regresará a la respiración de nuevo.
Otro ejercicio básico consiste en permanecer a la escucha de sonidos de alrededor, sin tratar de identificarlos. Este ejercicio sirve para dejar a un lado percepciones exteriores y aprender a conocer el silencio y el sonido sin pensarlos, sino sintiéndolos. En caso de notar una distracción, se observará aquello que captó la atención y se volverá de nuevo al ejercicio siendo el apoyo principal la respiración.
¿Qué beneficios aporta el Mindfulness?
Se reducen los niveles de cortisol, la hormona que se libera en respuesta al estrés. Demasiado cortisol en el cuerpo en situaciones en las que no es necesario tiene efectos secundarios. La calma y serenidad que aporta el Mindfulness mejorará la salud física y mental y disminuirá la presión arterial.
Al saber controlar las emociones y los comportamientos durante el día, el bajo nivel de pulsaciones que se llega a alcanzar permite dormir mejor, por lo que ayudará con los problemas de insomnio.
Al entrenar
la conciencia y la plena atención, la capacidad de atención se ve acrecentada. Esto también se liga a la autoconciencia y al autoconocimiento, lo que ayudará a saber indagar en el interior y conseguir control emocional, de forma que las cosas afecten de otra manera.
La creatividad se ve afectada de manera positiva, puesto que la mente, al estar relajada gracias a la meditación, se ve capacitada para generar nuevas ideas.
Con las dudas ya resueltas, en Saó os invitamos a poner en práctica este fantástico ejercicio de manera guiada con nosotros. Consultad nuestras ofertas y empezad a tomar conciencia de vuestro “yo” interior. Porque como dijo el escritor tibetano Sogyal Rinpoche “El regalo de aprender a meditar es el más grande regalo que te puedes dar en esta vida”.
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